Es posible que la fisioterapia le resulte útil durante el tratamiento y después de él. El Cancer Institute le brinda acceso a terapeutas que pueden ayudarlo a aliviar los síntomas y prevenir problemas futuros. Si tiene preguntas sobre cómo la rehabilitación puede ayudarlo, llame al Centro de rehabilitación de Salem Health al 503-814-5986.
Es posible que sienta los músculos adoloridos y tensos después de una cirugía, lo que hace que sea doloroso mantenerse quieto durante el tratamiento de radiación. En la terapia, trabajaremos con usted para reducir las molestias y le indicaremos ejercicios que le ayuden a recuperar la fuerza y la flexibilidad que perdió con la cirugía.
Durante cada tratamiento de radiación, se le pedirá que mantenga una posición que le permita al técnico de radiación enfocar la radiación en el tumor canceroso.
Por ejemplo, si recibe radiación en el pecho, es posible que deba mantener los brazos encima de la cabeza durante un tiempo prolongado. Dado que los tratamientos suelen realizarse cinco días a la semana durante un máximo de dos meses, es muy importante que esta posición se sienta cómoda y natural.
Lo ayudaremos a alcanzar ese objetivo con consejos y ejercicios terapéuticos para aumentar la flexibilidad, fuerza y resistencia con el fin de lograr la mejor experiencia de tratamiento posible.
Durante la radiación, todas las células y los tejidos a lo largo de la trayectoria de la radiación reciben algún daño.
La piel suele volverse seca, escamosa, enrojecida y sensible (muy parecida a una quemadura solar). Debajo de la piel, los tejidos reaccionan con cicatrices, llamadas fibrosis, y puntos de unión, llamados adherencias. Esto puede hacer que levantar un brazo o mover una pierna sea difícil y doloroso.
En las sesiones de terapia, le daremos las herramientas, los ejercicios y la educación para ayudarle a superar sus limitaciones.
El cansancio extremo es uno de los principales efectos secundarios de la quimioterapia. Otros efectos secundarios podrían incluir náuseas, pérdida de cabello, pérdida de memoria, mareos, anemia, boca seca, pérdida (o aumento) de peso y más.
Casi todos los medicamentos de quimioterapia debilitan el sistema inmunitario del cuerpo, lo que hace que se enferme con mayor facilidad. Más que nada, hacen que se sienta agotado.
Puede que sea tentadora la idea de pasar la recuperación en la cama o en el sofá, pero no hacer nada cuando está cansado hará que su recuperación sea más difícil en última instancia.
Con eso en mente, trabajaremos con usted para desarrollar metas realistas y lo alentaremos a caminar, sentarse erguido durante unos minutos a la vez o hacer ejercicios suaves para desarrollar resistencia según su situación.
El linfedema es una acumulación de líquido linfático en el tejido (en general, brazos y manos) que causa hinchazón. En el caso del cáncer de mama, el riesgo de linfedema aumenta debido a la extirpación de los ganglios linfáticos durante la cirugía y la radioterapia dirigida a la zona. El linfedema puede causar dolor, limitación de la amplitud de movimiento, cambios en la piel, entumecimiento y una mayor probabilidad de infección.
La mejor manera de controlar el linfedema es con un cuidado minucioso de la piel y ejercicio moderado. Existe una pequeña posibilidad de que una sobrecarga intensa pueda causar o empeorar el linfedema. Si experimenta hinchazón o aumento del dolor del brazo después de una actividad en particular, no continúe con esta actividad hasta que hable con el médico o fisioterapeuta.