Lo que muchas personas encuentran especial sobre las fiestas, además de todo lo que se viene a la mente inmediatamente, es el ritual de la preparación. Los rituales pueden cambiar de familia a familia, pero generalmente incluyen elegir la mejor carne asada o pavo, preparar los platos que a todos les gustan y esperan con entusiasmo, reunirse en la mesa y nutrirse a sí mismos (y el uno al otro) mediante la comida y la comunión.
Las investigaciones indican que festejar tiene grandes beneficios en el cuerpo y en el alma. En un artículo de The New York Times, “Dread the holidays? Feasting together might actually help” (¿No le gustan las fiestas? Festejar juntos puede ayudar), Julianne Holt-Lunstad, profesora de psicología en la Universidad Brigham Young, afirma que, “las conexiones sociales que tenemos con otras personas influyen mucho en la salud y en la longevidad”. Ella describe cómo el comer juntos libera los neurotransmisores del bienestar que estimulan los sentimientos de bienestar y nuestros vínculos con otras personas.
Por el contrario, Holt-Lunstad menciona que la falta de conexión humana nos pone en riesgo de una mortalidad prematura. A largo plazo, los riesgos para la salud son similares a aquellos de la obesidad.
Además, Nina Radcliff, MD, explica muy bien el impacto que tiene reunirse en la mesa en su artículo “ Health: benefits of eating together” (Salud: beneficios de comer juntos). Ella explica que el tiempo que pasamos juntos en la mesa, el acto de juntarnos y compartir una comida con otras personas, ayuda a construir los cimientos de nuestro bienestar.
Ella escribe: “Esta época beneficia cada aspecto de su bienestar (emocional, físico, social, laboral, espiritual, intelectual y mental) y todo esto interactúa de forma que mejora su calidad de vida general”.
Más allá de su religión, nacionalidad o historia, piense en su comunidad y en los vínculos que tienen entre ustedes. Insista en reunirse en una mesa y compartir una comida. Deje que sus sentimientos de bienestar estén en primer plano mientras celebra las personas importantes en su vida, a pesar del gesto de desaprobación de su hermana o la nueva novia de su primo. Permita que la sensación de unión y los nutrientes de la comida hagan su magia neurotransmisora en su cuerpo y alma.